¿Has pensando en el día final?, ¿en el día del juicio?, cuando finalmente podrás ver a nuestro Señor Jesucristo lleno de toda gloria y majestad; creo que mi imaginación es muy pequeña a tan gran acontecimiento, a tan grande, decisivo y anhelado momento; momento, que pienso, que es esperado y programado por Dios;
Es para aquel día que realmente te preparaste, todo se resume a ese día; es ese momento cuando darás cuentas de tu vida en la tierra. Cuando tendrás que responder por todo lo que hiciste.
Rick Warren escritor del libro “La Vida Conducida por propósitos” dice: “que la vida en la tierra es apenas el comienzo para la verdadera vida, es decir que la verdadera vida comienza en la eternidad”, puede sonar algo confuso, pero en realidad, si podemos comparar los años que hemos de vivir en la tierra, serán en promedio no más de unos noventa a cien años; pero la vida que viviremos en la eternidad es infinita e inimaginable.
Todo lo que hagamos en la tierra tendrá consecuencias, para bien o para mal; nuestro resultado en la eternidad dependerá de nuestros actos.
Cabe aclarar que nuestros actos serán un conjunto de actitudes y/o decisiones que tomemos en nuestra vida, no seremos salvos por obras sino por la fe aceptar la gracia de Dios y vivir como indica las escrituras o en otras palabras hacer su voluntad.
¡La GRACIA de Dios expresa la GRANDEZA DE SU AMOR y la riqueza de Su misericordia! Cuando uno vive en y bajo la GRACIA de Dios es sentir y apreciar
el AMOR fantástico de Dios y Su benevolencia misericordiosa. La Gracia es un regalo; un regalo que no nos merecemos; ni lo ganamos por méritos; la GRACIA DE DIOS significa LA MISMA VIDA! Sin gracia no hubiese salvación. Debemos recordar que todos los hombres pecaron y pecan; por lo tanto desde ya merecíamos la condenación eterna, De no haber sido por el Señor que lleno de Gracia y Amor tomó nuestro lugar, dándonos la oportunidad para que tu y yo seamos salvos, y a su vez librarnos de la condenación eterna.
Ahora regresemos al día final, al día del juicio, vuelve a imaginar, tu estás ahí en frente de la presencia de Dios, ¿Sabes que te preguntará?
Podemos deducir de acuerdo a las Sagradas Escrituras dos preguntas hipotéticas que el Señor nos podría hacer, dos preguntas claves, de las cual dependerían nuestra vida en la eternidad. A propósito no se trata de responder adecuadamente la pregunta, claro que no, tu respuesta depende exclusivamente de tus actos en la tierra.
Primera "¿Aceptaste a Jesucristo, al único y sabio Dios, nuestro Salvador?” Dios no te preguntará acerca de tu pasado. ¿Aceptaste lo que hice por ti, aprendiste a confiar en mí (Fe) y amarme con todo tu corazón?
Segunda "¿Qué hiciste con lo que te di?” ¿Qué hiciste con tu vida – todos los dones, los talentos, las oportunidades, la energía y los recursos que te di? ¿Los gastaste en ti mismo o los usaste para los propósitos que Dios tenía para ti?
La primera pregunta hipotética determinará dónde pasarás la eternidad, si en cielo o en el infierno, para ser más directo. Personalmente ya sé donde quiero pasar el resto de la eternidad; intuitivamente sé donde tú desearías estar. La segunda pregunta hipotética podría determinar lo que Dios quiere que hagas en la eternidad… digo pregunta hipotética ya que la biblia no precisa exactamente estas preguntas. Pero podríamos pensar en la Parábola de los talentos (Mateo 25:14-30) que hace referencia a la segunda pregunta.
¿Estas listo en este momento para contestar esas preguntas?
Alguien me pregunto, mientras escribía este artículo, ¿Para qué todo esto? ¿Para qué conocer estas preguntas?; era obvio que el que me hacia esta pregunta no había aceptado a Cristo, lo cual me hizo reformular esa pregunta, aún más allá de este artículo, ¿para qué todas las enseñanzas y libros cristianos que existe en el mundo.? Hoy puedo contestar esta pregunta: ¿No es acaso para prepararnos?, porque aún tenemos la oportunidad de tomar la actitud y/o la decisión correcta para nuestra vida...